En nuestro país es muy común ver a lo largo de los puentes, cerca de las líneas del tren, las paredes de edificios y hasta en las afueras de las casas, los graffitis con denuncias sociales; algunos tiene una mayor elaboración que otros, pero hay que recordar que en nuestro país la acción de hacer graffitis es considerada como un acto de vandalismos, mientras otras personas lo ven además de una forma de expresión, como una manera de llamar la atención, una manera de gritar aquello que no nos es permitido, por lo tanto lo transforman a una forma escrita y que a la vez al estar en un lugar público es captado por muchas personas que los critican o hasta cierto punto coinciden con sus ideas, pero al ser un país regido por un gobierno en el cual existen leyes y paradigmas se no es prohibido referirnos a algunas cosas, y es que aquí donde esa clase olvidada por el gobierno saca a relucir su desaprobación hacia esa clase dominante que no los apoya, y los margina.
Un ejemplo muy claro que se muestra en nuestro país es el disgusto ante la aprobación del TLC (Tratado de libre comercio), claro se veía con mas auge en la época en la cual se hizo el referéndum para aprobarlo o no, y esta decepción del pueblo marginado se ve expresada en los graffitis que se encuentran a lo largo de las carreteras y edificios de la capital.
Algo característico de los graffitis de nuestro país es que algunas veces son poco legibles, con mensajes algo abstractos; a diferencia de los inicios del graffiti los cuales tenían una tipografía, colores y se veía más como una forma artística, que una manera de mostrar desacuerdo social.
Según Guillermo Barzuna, quien es profesor y filólogo costarricense, en un artículo llamado Graffiti: la voz ante el silencio, dice que el graffiti es una “Actividad que difícilmente se pesca "in fraganti"; de ahí el encanto, la seducción prohibida de este tipo de discurso generalmente contestatario y rebelde en aras de un interlocutor que, se pretende, reaccione ante lo emitido.”
La intención no es que se pueda conocer la intención o la persona detrás del mensaje, sino se busca tan solo hacer pensar, reír, identificarse… con lo que está escrito, pero se debe decir que estas personas en su propia soledad no se sienten conformes por lo tanto buscan ese medio, que encontraron en los graffitis, para expresarse y hacerlo público, por esa necesidad expresiva.
Finalmente este fenómeno social de los graffitis siempre dará algo de qué hablar ya que es inevitable como una forma de ruptura con el sistema dominante.
